Empresa

Oteyza

Cargo

Paul García de Oteyza

consejero delegado y director creativo

 

Caterina Pañeda

directora creativa

Tiempo en el sector

Diez años

Año de nacimiento

Paul García de Oteyza

1977

 

Caterina Pañeda

1980

Lugar de nacimiento

Madrid

Formación

Paul García de Oteyza

Económicas por la UCM

 

Caterina Pañeda

licenciada en Traducción en ICAI

Cuando el diseño español de autor atrae la atención del capital. Es lo que han logrado Caterina Pañeda y Paul García de Oteyza, reconocidos como Protagonistas del Año 2021.

 

Los dos emprendedores arrancaron su andadura en moda con un pequeño taller en Madrid en 2011, en plena Gran Recesión, y han resistido todos los vientos en contra con una actividad que tradicionalmente ha tenido poco hueco en España: el diseño de autor y la sastrería tradicional. En 2021, con el sector todavía afectado por el golpe del Covid-19, esta pareja de creativos ha logrado consolidar Oteyza en los mercados internacionales e incluso seducir al capital, dando entrada al grupo Perfumes y Diseño a su accionariado con una participación minoritaria.

 

Aunque comenzaron su trayectoria lejos de la moda, su relación con el sector se remonta a cuando Pañeda y García eran unos niños. Ella jugaba en la sastrería de su padre y aún no se imaginaba que seguiría adelante con un negocio que empezó con su bisabuelo y que ya se ha convertido en una tradición dentro de la familia. García de Oteyza, en cambio, crecía viendo cómo su padre se ganaba la vida trabajando con lana merino y paños que analizaba con ojos de joyero.

 

Ya en su vida adulta, los dos estudiaron en la Escuela Superior de Sastrería La Confianza, en Madrid, y años más tarde obtuvieron su titulación universitaria, ella como traductora e intérprete y él como economista.

 

García de Oteyza, que entre 2017 y 2020 fue presidente de la Asociación Española de Sastrería, comenzó su trayectoria profesional muy lejos de la moda: en 2003 tomó el puesto de director de márketing en Carburos Médica, donde trabajó durante casi diez años. Caterina Pañeda también entró en el negocio de la moda tras desarrollar su carrera en otro sector.

 

 

En 2011, decidieron dar un vuelco a sus vidas y aprovechar sus conocimientos sobre los tejidos para lanzar una marca de sastrería tradicional, que inicialmente contaba con tres líneas de negocio: la sastrería artesanal, con un proceso enteramente manual; la semitradicional, a medida, pero mecanizada, y el prêt-à-porter, con la que la marca acude regularmente a Pitti Uomo, donde abrió dos años consecutivos el calendario.

 

Para empezar, Pañeda y García se rodearon de profesionales que conocían desde hacía muchos años y que habían trabajado para varios de sus familiares. En el equipo se integraron oficiales y patronistas que contaban con más de cuarenta años de experiencia en el ramo de la sastrería masculina. Ellos, que ejercen de directores creativos, siguen considerándose unos outsiders en el sector, lo que les permite, han asegurado en varias ocasiones, equilibrar la visión creativa con un enfoque empresarial y comercial, a menudo la gran carencia de muchas firmas de diseño de autor.

 

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Una traductora y un economista

Los dos fundadores de Oteyza comenzaron su trayectoria fuera del negocio de la moda, lo que les ha permitido, dicen, combinar la visión creativa con un enfoque comercial.

 

Poco después de iniciar su andadura en moda, los dos creativos comenzaron a cosechar los primeros reconocimientos: en 2018, Oteyza recibió el Premio Nacional de la Moda, y ha sido también seleccionada por la Federación Francesa de la Alta Costura para desfilar en la Semana de la Moda de París, donde ha presentado tres veces sus colecciones: la primera, justo antes del estallido de la pandemia; la segunda, en verano de 2020, en un formato digital, y la tercera, en 2021, también online.

 

La empresa tiene su taller y su tienda en la calle Conde de Xiquena, en Madrid, y presencia internacional a través del canal multimarca.

 

 

No perder el rumbo a pesar del golpe

 

Tras un año de frenazo en el consumo, con una caída histórica del turismo internacional y una crisis económica a la vuelta de la esquina, Oteyza no perdió su visión de crecimiento, sino que encaró la situación adaptándose para aguantar el golpe. En verano de 2021, con el sector todavía en reanimación asistida con el golpe del Covid-19, los ejecutivos al frente de la compañía ya fechaban septiembre como el primer mes de recuperación de su negocio, y ponían en marcha nuevos proyectos para continuar apuntando alto, con el diseño en el corazón de su desarrollo.

 

La gran operación que Oteyza llevó a cabo en 2021 fue dar la entrada en su capital a Perfumes y Diseño, grupo madrileño de perfumería controlado por Pedro Trólez, que compró una participación minoritaria.

 

Este será el segundo intento de Perfumes y Diseño en Moda, tras el fracaso de su anterior aventura en el sector, Delpozo, que terminó echando el cierre a finales de 2019 tras desistir en su venta a un grupo industrial. Con Delpozo, de la que era licenciatario de perfumería desde hace años, Perfumes y Diseño optó por un rebranding completo, con el fichaje de Josep Font como director creativo y posicionando la marca en la gama más alta.

 

Con Oteyza (de la que no tendrá, por ahora, la mayoría) el objetivo es casi el contrario: aprovechar la marca que está ya creada y dar un salto adelante, escalando la distribución, lanzando nuevas líneas para llegar a un público más amplio y acelerando su internacionalización.

 

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Dos meses y cuatro pruebas

Es lo que lleva diseñar, confeccionar y entregar el producto de un cliente a través del servicio de sastrería de Oteyza, que tiene su sede en Madrid. Las prendas de la compañía se comercializan a través de un método personalizado a medida y se confeccionan con materiales como lana merina, algodón orgánico o cashmere.

 

Oteyza mantendrá una estructura independiente a Perfumes y Diseño pero se apoyará en el grupo de perfumería para impulsar su crecimiento. Entre los planes de Oteyza figuran potenciar la línea de prêt-à-porter y lanzar al mercado una línea de streetwear.

 

Los perfumes están en el horizonte, pero no a corto plazo. Aunque parecía la vía natural de explotación de la marca, siguiendo el camino de Puig, Perfumes y Diseño nunca llegó a lanzar perfume de Delpozo.“Después de tres temporadas desfilando en París, creemos que ha llegado el momento de dar un salto adelante”, señalaba García de Oteyza tras la operación. El objetivo es también impulsar la distribución internacional, con el foco puesto en posicionar la marca en mercados como Asia.

 

Si bien en un comunicado el grupo madrileño explica que la voluntad es “crear sinergias” entre ambas marcas, por el momento el relanzamiento de Delpozo no está en la hoja de ruta y tampoco habrá vinculación creativa entre ambas.

 

Los planes de Oteyza tras la entrada de Perfumes y Diseño ya han comenzado a hacerse realidad con el último lanzamiento de la marca, la colección El Caminante, que supone su primer entrada en sneakers y sudaderas, un enfoque más próximo al streetwear que marca su acercamiento inicial a este segmento. Uniendo este concepto con los característicos sombreros y capas de Oteyza, con la intención de alcanzar un estilo “eterno y atemporal”, la compañía presenta unas imágenes de campaña en las que algunos modelos aparecen con skates, modernizando los patrones de la sastrería española.

 

La visión de Oteyza siempre ha sido capitalizar el diseño de autor, defendiendo que de nada sirve un buen producto si no se puede vender.

 

Según Paul García de Oteyza, la creatividad no es incompatible con la ambición empresarial, a peligro de que una gran idea “se quede en poesía”.

 

Sastrería profesional desde Madrid

 

Desde el taller de Oteyza en la capital española, se lleva a cabo el diseño de todas sus colecciones, además del desarrollo de patrones y referencias. Cuando un cliente realiza la compra de un modelo de la compañía, pueden pasar hasta dos meses hasta que reciba el artículo, un periodo por el que la plantilla, realiza cuatro pruebas con el consumidor para asegurar la medida ajustada de la prenda. Los empleados hacen uso de 15.000 referencias y elaboran las prendas a partir de lana merina española, con estambres de monilos de Yorkshire (Inglaterra), lanas frías o sedas italianas. Además, también se pueden pedir ciertos modelos desde la página web de la compañía, en un formato prêt-à-porter.

 

La materia prima es, de hecho, uno de los principales valores diferenciales de Oteyza, especialmente la lana merina. La empresa trabaja con un proveedor de lana merina en Salamanca y comenzó su apuesta por la fibra confeccionando sólo un porcentaje reducido de sus productos, aunque con la ambición de ampliarlo. Hoy, gran parte de los artículos de Oteyza utilizan este material.